Fueron a una cena en la Parroquia y les robaron el auto

Otro finde de «robacoches» en Casilda. Es el tercer automóvil de la gama de los Renault 9 que se roban en la ciudad en menos de 15 días.
Otra vez Casilda, otro auto robado. María y Luis, un matrimonio de jubilados de más de 70 años que salió de su casa en la noche de este sábado, en su Renault 9 color bordó, modelo 91, para concurrir a una cena en el salón de la Parroquia Nuestra Señora del Luján en barrio Alberdi de Casilda. Al llegar estacionaron su vehículo sobre calle Padre Manuel, antes de cruzar España, a unos 50 metros del ingreso al salón donde se realizaba el evento. La zona se encontraba iluminada, incluso la propia familia remarcó que justo habían estacionado debajo de una de las columnas del alumbrado público.
Somos uno más de los tantos… Seguiremos adelante, que le vamos a hacer. Mis hijos se preocupan porque somos una familia que laburamos, pero que le vamos a hacer. Estamos viviendo en una época muy difícil y lamentablemente cada uno se rebusca de lo que puede y esta gente se rebuscará de esto para vender, ojalá que si lo venden sea para comer y para darles de comer a sus hijos. Yo no les puedo desear el mal, estoy dentro de la parroquia y veo las cosas de otra manera. Confió María, respecto del robo de su vehículo que sufrieron con su marido.
A media noche la propia familia salió a la vereda del salón parroquial frente a Plaza Alberdi para observar que todo estuviese bien, y el rodado aún se encontraba allí estacionado; sin embargo, cuando terminó la cena entrada ya la madrugada, el Renault 9 desapareció del barrio. Estiman que el robo se produjo entre la 01:30 y 02:00 de la madrugada. El hecho podría no ser ajeno a una seguidilla de robos de vehículos que vienen ocurriendo en Casilda, donde en menos de 15 días faltaron dos automóviles Renault 9 y un Renault 11. Interviene el MPA Casilda y la PDI junto a Policía Científica llevan adelante una serie de medidas tendientes a poder avanzar en la investigación.
Luis fue uno de los mejores maestros pasteleros que tuvo una conocida confitería de la ciudad de Casilda sobre calle Buenos Aires. Pasó gran parte de su vida trabajando, buscando poder llegar a grande y disfrutar del tiempo libre; pasó por muchos problemas de salud aunque siempre salió adelante. Hoy tuvo que resignarse a que la delincuencia ganó la calle hace ya bastante tiempo, y el sacrificio de muchos años de trabajo se derrumba en un instante frente a la inacción del ESTADO. Nos quieren hacer creer que es «normal», «común», «casual»… Como sociedad algo estamos haciendo mal y es quedarnos de brazos cruzados, permitiendo que quienes deben garantizarnos seguridad nos hagan creer que «nada pueden hacer»…