La asaltaron y amenazaron de muerte frente a sus pequeñas nietas

No te da vergüenza robarle a una vieja, hijo de puta…» Dijó la señora al delincuente, a lo que éste le respondió: «callate la boca porque te encajo un tiro…»
Se me vino atrás de la caja, tenía la nena chiquita acá gateando y la otra del otro lado…, relató Hilda indignada por el tenso momento vivido. Al mismo tiempo contó que le dijo al delincuente: No te da vergüenza robarle a una vieja, hijo de puta, a lo que éste le respondió: callate la boca porque te encajo un tiro…», mientras le mostraba algo salir por debajo de la manga del buzo, que parecía un arma. «Fue todo muy rápido, no me dio tiempo a nada, concluyó Hilda.
Pocas son las palabras para describir la triste situación que vivió la señora dueña del kiosco de Moreno y Remedios de Escalada, frente a Plaza San Martín de Casilda, al ser asaltada a mano armada por séptima vez durante la noche de este sábado a las 20:15 horas.
El delincuente ingresó con la cara cubierta por sus prendas de vestir y bajo amenazas de muerte le arrebató la recaudación. Escapó junto a otro que lo esperaba en moto en cercanías de Washington y Remedios de Escalada, a unos cien metros del kiosco asaltado.
Indignación e impotencia hasta para los Policías… que más decir…
El Comando de la U.R. IV inició una rápida persecución a raíz del llamado de un vecino que fue testigo del hecho y con las descripciones aportadas lograron tener a muy pocos metros a los delincuentes señalados, aunque en inmediaciones de calle Laprida y Las Heras, de barrio Nueva Roma, los sujetos saltaron de la moto en que se conducían y continuaron su huída a pié hasta perderse entre los yuyos y la oscuridad… mientras que la moto, que estaba por ser alcanzada por los uniformados fue arrebatada delante de éstos por otro sujeto, aparentemente cómplice o encubridor de los autores, y luego de pasarla tras un alambrado en un terreno de la zona esgrimía a los Policías “es propiedad privada y no pueden entrar”…
Anoche intentaron entrar en mi casa, pero ni llamamos a la policía… Vivimos encerrados por miedo, no tenemos ni ganas de salir por si volvemos y nos encontramos con los choros adentro… Estamos hablando con los vecinos para entre todos poner el botón antipánico, y entre todos ayudarnos. Expresó una vecina del kiosco asaltado frente a Plaza San Martín de Casilda.
VERGUENZA NO CREO EN LA JUSTICIA Y MENOS EN LOS POLICIA