Contundentes evidencias dejaron detenido al padre acusado de violar a su hija e hijastras
Con la cabeza gacha, esposado y en silencio salía este jueves por la tarde de la Oficina de Gestión Judicial de Casilda, sobre calle Casado al 1800, el ex árbitro de fútbol Ramón Edgardo Meza de 55 años, escoltado por un policía y con carácter de detenido en el marco de la causa que investiga el Ministerio Público de la Acusación por denuncias de abuso sexual en las que las víctimas serían allegadas directas a su familia, entre ellas su propia hija e hijastras; no se descarta, según los relatos expuestos durante la audiencia pública, que también haya atacado a otras niñas de su entorno familiar, e incluso vecinas.
La denuncia la asienta la menor acompañada por dos de sus hermanas mayores, junto a la abogada del equipo de niñez que funciona en el SAMCO de Sanford, en la comisaría de la mujer de Casilda en la primer semana de Julio del presente año donde luego dan intervención a la Fiscalía. Como suele ocurrir en casos como éste, la polémica está dividida entre un sector de su familia que lo ve como un sujeto más que repudiable y por ejemplo su esposa que sostiene su preocupación en no poder mantener la economía familiar con su marido tras las rejas.
La detención de Meza se concretó el pasado miércoles 19 de Julio, a las 14:45 horas, bajo una orden de arresto emanada desde Fiscalía y cumplimentada por su Policía de Investigaciones PDI al irrumpir en el lugar de trabajo de éste, sobre Bv. 9 de Julio al 1800 de Casilda, mientras el acusado se encontraba desempeñando su tarea habitual en un taller de recapados de neumáticos.
La prueba más contundente que presentó la Fiscal Luna del MPA Casilda, durante la audiencia imputatita que se desarrolló este jueves 20, tiene que ver con el examen del Dr. Rodríguez, médico forense, que da cuenta de lo evidenciado tras el estudio practicado a la joven de hoy día 13 años, hija biológica del detenido. El médico relata que la chica irrumpió en llanto dentro de su consultorio y que le confesó haber sido violada por su padre cuando tenía entre 6 y 7 años, situación que fue respaldada científicamente por el examen del profesional en donde percibió la existencia de un desgarro de vieja data compatible con la fecha señalada por la niña.

Ramón Edgardo Meza esposado y escoltado por un policía luego de la audiencia imputativa por hechos de abuso sexual.
La actual pareja de Meza antiguamente residía en Sanford donde tuvo 7 hijos con su primer matrimonio, a los cuales abandonó cuando eran muy chicos para mudarse a Casilda a vivir con el entonces árbitro. Luego de un tiempo se llevó a sus hijas mujeres a vivir con ella en Casilda, junto a Meza, comenzando de allí en adelante el gran sufrimiento para ellas según relatan las jóvenes. A medida que sus hijas iban creciendo y dejando su hogar, el sujeto que se suponía debía cuidarlas, criarlas y educarlas por ser la actual pareja de su madre, las abusaba sexualmente mutando de víctima hacia las más pequeñas a medida que las chicas crecían y se iban de la casa del horror.
Era un baboso, un degenerado, me quería tocar los pechos y darme besos en la boca pero yo por mi carácter y forma de ser me lo sacaba rápido de encima, cuenta la mayor de todas las hijas de la pareja de Meza.
Los abusos eran moneda corriente en esta triste historia desatada a raíz de la denuncia que origina su propia hija al romper el silencio durante una charla con sus hermanastras allá por la primer semana de julio de este 2017. Charla que sirvió de disparador en la familia donde otras tres de sus hermanas, por parte de madre, coincidieron en los relatos y se sumaron a la triste narración que terminó en una denuncia policial con la intervención del equipo de profesionales capacitados para tales casos.
Se levantaba una hora antes que mamá y venía a nuestra habitación donde se nos tiraba encima y comenzaba a manosearnos; sobre la mesa de luz dejaba apoyado un cuchillo con el que nos amenazaba que si hablábamos mataría a nuestros hermanitos y también a mamá… manifestaban uno de los pasajes que fueron expuestos durante la audiencia.

En silencio y con la cabeza gacha fue como Meza se dirigió esos pocos metros desde la puerta del MPA al móvil que lo esperaba para su traslado a la cárcel.
La historia de abusos se repitió de manera sistemática en esa casa de barrio Barracas a medida que las chicas venían grandes e iban “abandonando” su hogar y así pasaba a ser la niña inmediata más joven la próxima víctima… víctima de su propio padrastro. Hasta que todas se fueron y sólo quedó su propia hija, a la cual según las denuncias y las evidencias médicas también habría violado más allá del vínculo que lo unía.
Cuando me iba a dormir me ponía mucha, mucha, ropa para que cuando él intente tocarme le sea más difícil y no pueda, fue otro de los fragmentos expuestos durante la audiencia en referencia a uno de los testimonios de las jóvenes que denunciaron.
Durante la reunión familiar que tuvo lugar aquel domingo 9 de Julio previo a la denuncia, el padre de familia reconoció en cierta manera algunos de los hechos ventilados y argumentó “estaba borracho y le toqué la cola, es mi manera de joder”, y también “sé que me propasé, que estoy enfermo y me estoy haciendo tratar”…

El detenido ya sobre el móvil que lo trasladaría hacia la celda donde permanecerá durante su prisión preventiva mientras avanza la causa.
Hay una serie de elementos importantes porque lo que cuenta una nena de 13 años disparó a las otras dos también a contarlo, teniendo así tres víctimas de abusos en tiempos distintos. Manifestó el Juez Filocco ya sobre el final de la audiencia, luego de casi dos horas, al tiempo que agregó: con toda la evidencia que prestó Fiscalía existe lo que se llama «apariencia de responsabilidad» para Meza.
Basado en la apariencia de responsabilidad sostenida por la gran cantidad de evidencia que brindó la Fiscal Luna durante el desarrollo de la imputativa, el Juez dio lugar al pedido de prisión preventiva para Ramón Edgardo Meza, al cual dicha Fiscalía le atribuye tres hechos de abuso sexual, dos de ellos con acceso carnal, los que habría cometido aprovechándose de la minoría de edad de sus víctimas y de su convivencia por el vínculo. Todos en concurso real, en carácter de autor, como hechos consumados.
estamos todos locos o la preocupacion de la mujer es la guita ??? prefiere tener semejante enfermo suelto y que vulnere todo el tiempo a su hija con tal que la siga manteniendo??? pero qué se puede esperar deuna mujer así… se habrá hecho la tonta o la dormida!