De la inspiración digital al frasco en la alacena: la nueva apuesta de Pinterest y una receta infaltable para el asado

De la inspiración digital al frasco en la alacena: la nueva apuesta de Pinterest y una receta infaltable para el asado

La forma en que planificamos nuestras comidas está atravesando una transformación significativa, impulsada por la integración entre las redes sociales y el comercio electrónico. En este contexto, Pinterest ha decidido dar un paso adelante al asociarse con el gigante minorista Walmart para lanzar una experiencia piloto en Estados Unidos que promete simplificar la vida de los cocineros amateurs. La premisa es sencilla pero potente: convertir la inspiración visual en una acción concreta de compra. Millones de personas utilizan la plataforma semanalmente para buscar ideas de recetas, y ahora, gracias a esta colaboración, podrán añadir los ingredientes necesarios directamente a su carrito de compras digital.

Mediante el nuevo botón “Shop Ingredients” (Comprar ingredientes), los usuarios tienen la posibilidad de gestionar su lista de compras sin salir de la aplicación. El sistema no solo permite agregar los productos de los “Pins” de recetas elegibles, sino que también ofrece flexibilidad: se pueden cambiar artículos por alternativas, verificar precios en tiempo real y seleccionar la sucursal de Walmart más conveniente para el retiro o programar un envío a domicilio. Según Julie Towns, vicepresidenta de marketing de productos de Pinterest, esta herramienta acerca la visión de la empresa de hacer que cada publicación sea “comprable”, permitiendo que una idea para las fiestas se transforme en una realidad en la mesa familiar con mucha menos fricción.

El crecimiento del comercio social y antecedentes estratégicos

Esta movida no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia más amplia de la plataforma, que ya cuenta con un récord histórico de 600 millones de usuarios activos mensuales a nivel global. Las compras se han convertido en uno de los segmentos de mayor crecimiento dentro de su negocio publicitario, superando incluso el ritmo de los ingresos generales. La compañía ha venido preparando el terreno con iniciativas previas: durante la última temporada navideña presentaron más de mil guías de regalos con opción de compra, y más recientemente, en junio de 2025, se aliaron con E.l.f. Cosmetics para una herramienta de análisis de belleza. Además, en septiembre debutaron con anuncios que indican dónde comprar, permitiendo a las marcas mostrar múltiples minoristas con stock disponible.

El valor de lo artesanal: los ajíes en vinagre

Mientras la tecnología facilita el acceso a los insumos, el corazón de la cocina sigue estando en la preparación manual y la paciencia, especialmente cuando se trata de conservas tradicionales que acompañan nuestros platos favoritos. Un ejemplo perfecto de esas recetas que vale la pena rescatar —y cuyos ingredientes ahora serían más fáciles de conseguir con estas nuevas herramientas digitales— son los ajíes en vinagre. Se trata de esos pimientos verdes, largos y angostos, que suelen verse en los puestos de los mercados bolivianos y peruanos hacia el final del verano. Prepararlos requiere técnica y tiempo, pero el resultado es un acompañamiento insuperable.

Para encarar esta preparación se necesita medio kilo de estos ajíes bien firmes, un cuarto de taza de sal, una taza de agua y medio litro de vinagre blanco. La lista de ingredientes se completa con granos de pimienta negra, dos hojas de laurel, media cucharadita de ají molido y un ajo golpeado, pero conservando su piel. El proceso comienza con la higiene: es fundamental repasar los frascos con un poco de alcohol y dejarlos airear, asegurándose de tener a mano una tapa, preferentemente nueva o muy bien limpia con alcohol, para garantizar la conservación.

El proceso de elaboración y la espera necesaria

El primer paso consiste en acomodar los ajíes dentro del frasco. Lo ideal es disponerlos de forma horizontal, unos junto a otros, para optimizar el espacio. Luego, se vierte la mezcla de agua hervida con sal y se deja el recipiente destapado hasta el día siguiente. Pasadas esas horas, se debe eliminar esa salmuera inicial. El siguiente paso es llevar a hervor el vinagre junto con los condimentos: el laurel, el ajo, la pimienta y el ají molido. Una vez que esta mezcla hierve, se vierte sobre los ajíes y se deja enfriar antes de proceder al sellado final.

Para cerrar el frasco correctamente, se utiliza la tapa a rosca, pero se recomienda reasegurar la abertura colocando un disco de papel manteca humedecido en alcohol entre el vidrio y la tapa. Aquí entra en juego la paciencia, ya que, aunque la preparación es rápida, requiere las 24 horas previas de curado y luego estacionar la conserva durante 15 días. Hay que aguantar las ganas antes de consumirlos para que el sabor se asiente correctamente. Como tip adicional, si los ajíes tienden a subir dentro del líquido, se les puede poner un pequeño peso encima. Otra variante excelente para acompañar los asados es cortarlos en juliana, volver a ponerlos en el frasco y agregarles más ají molido y ajo picadito. Sin dudas, una combinación de tradición culinaria y, ahora, facilidades tecnológicas para que no falte nada en la mesa.

Amanda Medina